"La visión de una
mujer hermosa no deja en el ánimo de un hombre indiferente sino una imagen
fugaz, como una pintura al agua. Pero en el corazón de un amante esa
imagen queda fijada, en cierto modo, con la fuerza del fuego, como una
pintura a la Encáustica, que el tiempo no borra jamás".
Plutarco (Amatorio)